domingo, 4 de marzo de 2012

DOMINGO DE BRUMA

Al amanecer hoy, una neblina jugaba por entre los robles, abetos del jardín, camelios en flor...Días así es cuando más me gusta recorrer sus paseos, las hojas de la vinca per vinca minor brillan más, la secuoya parece más impresionante.
De vez en cuando y muy tímidamente los rayos del sol casi ausente señalan un lugar y lo miras y esperas que tras ese reflejo aparezca un gnomo, un elfo...cualquier criatura del bosque.
Paseando desde el chozo hacia las viñas por entre los centenarios robles cubiertos de musgo me acuerdo de un abuelo al que apenas conocí, pero al que siento cerca y agradezco el que allá por el año 1942 decidiera comprar esta finca. Probablemente lo hizo para proteger a su hija mayor, a quien la falta de oxígeno al nacer le hizo padecer una parálisis cerebral profunda,  y quien para los analfabetos paletos del lugar era un ejemplar único.
Dicen que sufría fuertes dolores de cabeza que le hacían gritar como a una loca, mi abuela tratando de calmar a su hija hizo desviar a la Virgen Peregrina de la trayectoria establecida, usando sus no poco importantes influencias, haciéndola pasar por delante de la cancela de este jardín para que por su intercesión se obrara un milagro y su hija dejara de sufrir. Nunca más se le oyó gritar a la Tía Pepa.
Hace pocos años, una señora que decía ser medium vino a visitar el Jardín, tras la hora estipulada de visita guiada por el mismo, quiso ver una foto del Sr que había comprado el mismo, mi madre intrigada quiso saber el motivo, esta Sra tras describir a la perfección a mi abuelo dijo haberle visto por las cercanías de  la casa.
Esta en esta finca como espíritu protector de  los que aquí moráis- Afirmó antes de irse.

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