Desde el paseo principal, comenzamos a recorrer una vereda muy estrecha, por entre un tapiz de vinca per vinca minor entremezclada con otro tapizante común de los jardines románticos...El hipericum. Ascendemos expectantes de lo que aparecerá tras una curva que hace el camino al atravesar uno de los puentes que cruzan un riachuelo ya desaparecido y que en su origen recorría todo el jardín. Como de la nada aparece este gran ser vivo http://es.wikipedia.org/wiki/Secoya_gigante unos de los más longevos del mundo, La secuoya más vieja de que se tiene constancia vivió unos 3200 años. Es además, el organismo vegetal más grande en suma de volumen. Es verdaderamente imponente su altura, llega a alcanzar de media de 50 a 85 m. de altura y de 5 a 7 m de diámetro. En el 2010 se encontró una secuoya de 105.5 m de alto y 10 m de diámetro.. Dan vértigo todas estas cifras...La capacidad de adaptación de este superviviente del tiempo de los dinosaurios!!! Con razón se le conoce tambien con el nombre de arbol del mamut.
La secuoya del jardín del conde, a pesar de su juventud y de solo medir 40 metros de altura, causa sensación a todos nuestros visitantes. En parte porque nadie lo espera, medio escondida, al final de un paseo...De pronto como de la nada te la encuentras majestuosa. El sol siempre ilumina sus ramas, a cualquier hora del día, incluso cuando está empezando a faltar la luz para pasear, por que llega el ocaso. Fue plantada como la gran mayoria de los árboles del jardín a finales del siglo xix, unos 30 años después de que llegara un primer ejemplar a Europa. De hecho el primer ejemplar que llega a la península lo hace en 1855.
Walt Disney convirtió a estos gigantes en perseguidores de las princesas en infinidad de cuentos de Adas, sus ramas que salen desde lo más profundo del tronco atravesando una corteza fibrosa y esponjosa, dan la sensación de querer agarrarte...Cuando vi por primera vez Blanca Nieves, me infundieron terror. Hoy me admira su belleza!
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